Yoga y alimentación

El Yoga del comer (mindful eating)

Puede que te estés preguntando que es esto del Yoga del Comer. Tranquila, no se trata de comer boca abajo o algo por el estilo. Es algo mucho más sencillo. El yoga nos enseña a vivir aquí y ahora. A vivir con atención plena (mindfulness) cada instante de nuestras vidas. A lo que me refiero cuando hablo del yoga del comer es precisamente a eso: a comer poniendo toda nuestra atención y nuestros sentidos en el acto de alimentarnos.

Comer conscientemente es Yoga.

Comer conscientemente es Yoga.

¿Cuántas veces te has encontrado comiendo porque estás aburrida, triste o ansiosa? A esto se le llama comer emocional o emotional eating y tiene muy poco que ver con una necesidad auténtica de nutrirnos o alimentarnos.

Igualmente, puede que más de una vez hayas comido hasta sentirte demasiado hinchado/a y luego te hayas sentido culpable. O bien te has encontrado a ti mismo engullendo una hamburguesa o una bolsa de patatas fritas frente al ordenador sin dejar de trabajar. Todos estos son ejemplos de un comer inconsciente, que no producen ningún placer y que pueden perjudicar nuestra salud si se convierten en un hábito.

mindful eating?

El problema que subyace a todos estos comportamientos es que hemos perdido la conexión con nuestro cuerpo. Nuestros pensamientos, ocupados en las múltiples distracciones de la vida actual, se ocupan muy poco de las señales que envía el cuerpo. En medio de la ruidosa vorágine de la vida contemporánea, apenas podemos escuchar nuestra voz interior.

El yoga del comer consiste en recuperar esta conexión, en estar atentos a interpretar correctamente las necesidades nutricionales de nuestro cuerpo. Si prestamos una atención adecuada, pronto aprenderemos a distinguir el hambre de los impulsos de comer debidos a emociones. Aprenderemos a reconocer los alimentos que realmente necesita nuestro organismo.

¿Cómo se practica el Yoga del comer?

ANTES DE EMPEZAR A COMER:

  1. Pregúntate si realmente tienes hambre o si te dispones a asaltar la nevera llevado por el aburrimiento, una decepción amorosa, la ansiedad, etc.
  2. Si has decidido comer, pregúntate qué te apetece de verdad, qué te pide el cuerpo. Al principio, es posible que requieras un esfuerzo adicional para optar por alimentos de origen vegetal y de temporada. Con la práctica, este esfuerzo se hará innecesario porque será este tipo de comida la que más te apetezca. Observarás como, «mágicamente», ¡dejan de apetecerte las galletas de chocolate y las patatas fritas! Puede que te suceda como a mí y, un día, al terminar una sesión de yoga, te encuentres deseando vivamente un aguacate o un batido de frutas. conexión cuerpo-mente
  3. Una vez hayas elegido tu comida, tómate un momento para prepararla con cariño y cuidado. Aunque sea una ensalada de bolsa, no olvides aliñarla con delicadeza.
  4. Bebe un vaso de agua para preparar el paladar para saborear los alimentos. Esto además te ayudará a no confundir el hambre con la sed, que son señales que el cerebro con frecuencia no distingue.
  5. Observa el plato: fíjate en los colores, tamaños, etc. de los alimentos.
  6. Olfatea la comida: cierra los ojos y dedica unos segundos a percibir los olores que provienen de tu plato, con todos sus matices.

DURANTE EL ACTO DE COMER:

  1. Haz que todos los sentidos participen en el acto de comer: nota los olores, colores, texturas, etc., no sólo el gusto de los alimentos.
  2. Sírvete porciones pequeñas, comer de un plato más pequeño puede ayudarle a evitar comer en exceso.
  3. Saborea bocados pequeños y mastica, mastica, mastica. Dependiendo de lo que estés comiendo debes masticar alrededor de 20 a 30 veces, lo que  permite reducir la velocidad de la ingesta, y  mejorar la digestión. Además das tiempo al cerebro a percibir la sensación de saciedad.
  4. Puede que quieras incluso practicar una pequeña meditación: pregúntate cuánto sol cabe en cada uno de los bocados que te llevas a la boca. Por ejemplo, yo suelo hacerlo con mis tostadas de cereales con aceite de oliva y semillas de todo tipo que tomo para desayunar. Mientras las mastico pienso en el sol que han tomado los cereales, y las olivas del aceite, y en toda la maravillosa energía que me van a proporcionar.

DESPUÉS DE COMER: 

  1. Permance unos segundos en silencio recapitulando aquello que has comido y disfrutando la agradable sensación de satisfacción.
  2. No olvides practicar la gratitud: agradece a la naturaleza que te ofrezca tantos alimentos llenos de propiedades, y a todos aquellos seres humanos que han participado en la cadena de producción y distribución para traer los alimentos hasta tu mesa.

 

¿Qué beneficios obtendrás de practicar el Yoga del comer o comer consciente?

  1. Alimentación más saludable: sin esfuerzos, te encontrarás optando por la comida saludable.
  2. Lograrás tu peso ideal y lo mantendrás SIN DIETAS. ¿No me crees? Haz la prueba.
  3. Aumentarás tu bienestar y felicidad: cada comida puede convertirse en una celebración.

Espero que esta entrada te ayude a mejorar tu vida.


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Créditos:

Savor: Mindful eating, mindful lifeThich Nhat Hanh y Lilian Cheung

Noelia Insa Satorre
noeliainsasatorre@gmail.com
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