Día 7: La meditación budista y los Yoga Sutras de Patáñjali

8 de julio de 2013
Tras varios días dedicados a cuestiones muy específicas como técnicas del profesor de yoga para posicionarse en las redes sociales, anatomía general y de la respiración,  recursos didácticos y pedagógicos, etc., el séptimo día conocimos a Sean Feit. Este carismático profesor combina en su práctica el yoga con la meditación budista.

Sean Feit, profesor de yoga y meditación budista.

Comenzamos la sesión meditando. Nos enseñó una técnica particular consistente en sentarse en el suelo, encontrar una postura estable que puedas mantener durante bastante tiempo y cerrar los ojos. En primer lugar debes serenar tu respiración. Después debes comenzar a observar tus percepciones, las percepciones de tus sentidos: sonidos, olores, colores, formas o luces que se perciben incluso con los ojos cerrados, sabores tal vez y sensaciones táctiles. Y simplemente nombrarlas en tu mente, por ejemplo: «Ahora oigo el sonido de un autobús en la calle». Igualmente debes convertirte en testigo de aquello que sientes, solo observarlo y nombrarlo: «Estoy triste» o «Estoy entusiasmado». También debes dar testimonio de aquello que piensas, cada vez que aparezca una frase o una palabra en tu mente decirte a ti mismo: «Ahora estoy pensando». Es decir, la técnica consiste en convertirse en testigo o espectador de nuestras sensaciones, sentimientos y pensamientos. Una vez que los has nombrado, debes dejar de prestarles atención y permanecer alerta, expectante, para observar la siguiente sensación o pensamiento. A medida que te concentras en esto, poco a poco te das cuenta de que entre una percepción y la siguiente media un tiempo en el que la mente descansa, no estás pensando, ni sintiendo. Estos espacios son cada vez más amplios con la práctica reiterada. Para mí eran como un vacío, oscuro y luminoso al mismo tiempo. ¡Pruébalo y cuéntame tu experiencia!
El resto de las ocho horas que pasamos con él lo dedicó a hablarnos de los Yoga Sutra de Patánjali. Los Yoga Sutra son 196 aforismos (sutra) que constituyen el texto fundacional del Raja Yoga, o yoga real o regio. Tanto su datación como la propia autoría de Patánjali es controvertida. Se suelen situar cronológicamente entre el siglo II a.C y el siglo V d.C. Caben suficientes argumentos para pensar que la obra es en realidad un texto que se mantuvo «vivo» durante varios siglos, hasta que se publicó su primer comentario. En cuanto a su autor, parece que Patañjali pudo haber sido, más que un único autor, una escuela o el líder de una escuela de recopilación y exposición del Yogadarśana, adaptando magistralmente las técnicas de origen chamánico inductoras del trance, a un contexto filosófico próximo al Sāṃkhya.En cualquier caso, los Sutras son uno de los tratados espirituales más iluminadores de todos los tiempos. Con un lenguaje extremadamente conciso y claro, analizan cuestiones tan trascendentes como el funcionamiento de nuestra mente (cómo conocemos lo que conocemos), las causas del sufrimiento humano y cómo alcanzar la plena felicidad.Hay que puntualizar, sin embargo, que los yoguis de la época de Patánjali, probablemente no reconocerían el yoga que se practica en la actualidad, sobre todo en Occidente. El hatha yoga, que incorpora movimientos y posturas físicas para controlar el cuerpo-mente y concentrar sus energías en la meditación, es siete siglos posterior. La postura de yoga o asana a que se refieren los Yoga Sutra no es un sistema de ejercicios sino que consistían tan solo en sentarse con la mayor estabilidad y el menor esfuerzo posible. Este yoga contemplativo es lo que se conocería como raja yoga o yoga clásico.Así pues, el yoga de Patánjali es un proceso de aquietamiento e interiorización en busca de la calma física y mental. La práctica del yoga se concibió para controlar la tendencia de la mente a dejarse atraer por las cosas externas, identificarse con ellas e intentar buscar la felicidad en el mundo exterior. Solo volviendo los ojos a nuestro interior podemos llegar a comprender por qué estamos vivos y sufrimos y cómo podemos alcanzar la felicidad y la sabiduría. Esto me trae a la mente una cita de Jung que colgué el otro día en la página Facebook de Insayoga: «Para alcanzar una visión clara debes mirar en tu corazón.  El que mira hacia fuera, sueña. El que mira hacia dentro, despierta.»
Noelia Insa Satorre
noeliainsasatorre@gmail.com
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