Cómo meditar en la playa para desintoxicar tu mente este fin de semana

Este fin de semana seguro que muchos nos acercamos a la playa más próxima a disfrutar del mar. Te propongo que dediques unos minutos a la meditación, aprovechando este entorno.

Beneficios de meditar en la playa

    • Te ayudará a abstraerte por un momento del barullo de la gente. Desconectarás del niño con el frisbee, de la señora que cuenta a su amiga la vida de su vecina, e incluso te olvidarás de que vuelve a sonar Despacito en el chiringuito 🙂
    • Descargarás el estrés acumulado durante la semana. [ctt template=»1″ link=»If0De» via=»yes» ]Diversos estudios han demostrado que la práctica diaria de meditación reduce el estrés hasta en un 44%[/ctt]. Y ya sabemos que el estrés es la causa de numerosas enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas e incluso de ciertos tipos de cáncer. En este vídeo de Shri.tv lo llaman el asesino silencioso.

  • Además, esta es una meditación diseñada para entrenarnos en el let it go (dejar ir), para ayudarte a practicar el desapego y a deshacerte de aquello que te sobra en la vida. Puede ser cualquier cosa: un hábito poco saludable, una relación tóxica, un sentimiento de culpa… Esas cosas que nos pesan y no nos dejan evolucionar y mejorar como personas. Si repites esta meditación con frecuencia, te ayudará a ir soltando estos lastres, como los saquitos de arena de un globo, que hay que dejar en tierra para que el globo se eleve.

Cómo practicar esta meditación

Para empezar, túmbate en savasana, y comienza observando poco a poco, todas las partes del cuerpo. Tienes que revisar todo tu cuerpo y observar las zonas donde existe alguna tensión: no las juzgues, solo déjalas ir, déjalas que descansen. Puedes observar también los puntos de apoyo de tu cuerpo en el suelo: los talones, las pantorrillas, los muslos, los glúteos, las espalda lumbar, la espalda dorsal, el dorso de las manos, los antebrazos, los codos, los brazos, los hombros, y, por último, el punto de apoyo de la cabeza en el suelo. Al ir llevando tu atención a cada uno de estos puntos, siente cómo pesan, siente cómo se hunden en el suelo; siéntelos pesados y ligeros al mismo tiempo. No lleves tu mente a cada uno de tus miembros sino tu conciencia; es decir, no pienses en tu pie, por ejemplo, solo siéntelo, percibe las sensaciones que llegan de él.

Cuando hayas logrado una situación de relajación muscular completa, puedes proceder a la meditación.

Suavemente, adopta ahora la postura fácil. Sentada delante del mar.

Para practicar esta meditación en la playa, siéntate en la arena mirando al mar

Para practicar esta meditación en la playa, siéntate en la arena mirando al mar

 

  1. Comienza a contemplar el ir y venir de las olas. Observa cómo llega una ola y se retira. Observa la espuma que produce. Observa la línea que deja en la arena mojada al retirarse. Fíjate en los pequeños remolinos que se producen en el agua. Contempla el color de la arena y del mar. Contempla el color del cielo, lleno de luz.
  2. Cierra ahora los ojos suavemente y comienza a escuchar el sonido de las olas parecido a una tela de seda que arrastrase por el suelo. Percibe todos los sonidos que llegan a ti. Las conversaciones cercanas. Las voces de los niños. Las gaviotas, tal vez. Trata de percibirlos primero aislándolos, uno a uno, desde los más rotundos a los más sutiles, y después todos a la vez. Intenta que tu mente no divague y se concentre solo en la vibración sonora. Deja que las ondas sonoras acaricien tu oído. No juzgues lo que oyes, no pienses. Solo percibe.
  3. Toma un poco de arena entre las manos y siente su temperatura, su textura, su humedad. Deja que resbale entre tus dedos. Puedes frotarla por tus brazos y sentir el masaje que produce el roce de los granos de arena en tu piel. Siente todas las percepciones táctiles que te lleguen. El contacto de tu cuerpo con el suelo. El roce de tu ropa. Incluso el tacto de la respiración: el aire al entrar y salir por las fosas nasales.
  4. Inspira hondo ahora y percibe el olor del mar: el olor a iodo y a sal, el ligero olor de las algas. Tal vez sientas incluso el olor de las cremas bronceadoras…
  5. Puedes llevar ahora un poco de agua de mar a tu boca y observar el sabor salado y punzante.
meditar en la playa

Meditación en la playa

Ahora puedes imaginar que escribes en la arena mojada una palabra que represente aquello de lo que quieres deshacerte en esta vida. Puede ser un mal hábito, una persona de la que quieres alejarte o a la que quieres decir adiós. Escríbela y espera a que venga una ola. E imagina cómo al llegar la ola, esta palabra desaparece completamente, se desvanece. Puedes probar a volverla a escribir y de nuevo contemplar cómo una nueva ola viene y la borra del todo. Y así una y otra vez. Cónvencete de que tantas veces cómo vuelva a aparecer en tu vida aquello que quieres eliminar, tú serás capaz de suprimirlo de nuevo, como hacen las olas del mar con las palabras escritas en la arena.

Meditación en la playa para practicar el "let it go".

Meditación en la playa para practicar el «let it go».

La meditación en MP3


Para mí, meditar en la playa es una experiencia preciosa. ¿Cómo ha sido para ti? Recuerda que puedes dejar tus comentarios o preguntas abajo.

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Noelia Insa Satorre
noeliainsasatorre@gmail.com
2 Comments
  • Ana
    Posted at 21:59h, 23 septiembre Responder

    Me gusto la meditación, a pesar de no hacerla frente al mar pues , vivo en un lugar de sierras.La imaginación y visualización ayudan.El tono de voz te lleva a un estado de relajación total y meditativo.. Gracias mil

    • Noelia Insa Satorre
      Posted at 17:53h, 26 septiembre Responder

      ¡Me alegro mucho de que te haya gustado, Ana!! Gracias por tomarte el tiempo de comentar.

      Un abrazo,

      Noelia.

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